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¿Por qué algunos vinos saben mejor al día siguiente de abrirlos?


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Seguramente te ha pasado: abres una botella de vino, sirves una copa y piensas “está rico, pero esperaba más”. La guardas para el día siguiente y, sorpresa, el vino parece transformado: más suave, más aromático, casi como si hubiera despertado.


Entonces, ¿qué ocurre?


La magia de la oxigenación

Cuando descorchamos un vino, este entra en contacto con el oxígeno. Ese aire comienza a suavizar los taninos, liberar aromas escondidos y redondear la sensación en boca. Es como cuando dejas respirar a alguien que estuvo corriendo: necesita tiempo para estabilizarse y mostrar su mejor versión.


Por eso muchos vinos jóvenes, intensos o tánicos (como un Cabernet Sauvignon o un Malbec recién embotellado) mejoran al “abrirse” unas horas o incluso al día siguiente.


Ejemplo

Imagina que abres un Malbec un viernes por la noche. La primera copa es intensa, con notas de fruta roja, pero el final se siente algo áspero. Lo tapas y lo guardas en la nevera. Al día siguiente, sábado por la tarde, lo pruebas de nuevo: la aspereza se fue, aparecen notas más dulces, y ahora sí disfrutas cada sorbo.


Eso es oxigenación trabajando a tu favor.


No todos los vinos mejoran

Hay que aclarar algo: no todos los vinos se benefician de un día extra abierto. Los vinos blancos ligeros, espumosos o rosados suelen perder frescura rápidamente. Lo mismo ocurre con vinos muy delicados, como un Pinot Noir de estilo elegante: pueden oxidarse demasiado y perder sus aromas.


Tips para conservar tu vino abierto

  1. Refrigera siempre la botella: incluso si es tinto, así frenas la oxidación.

  2. Usa un tapón hermético o incluso papel film si no tienes uno.

  3. Consume en 2–3 días máximo: la mayoría de vinos no resisten más que eso en buen estado.

  4. Truco casero: si la botella quedó a la mitad, pásala a una más pequeña para reducir el aire en contacto con el vino.


Preguntas y respuestas

Si dejo un vino abierto varios días, ¿puedo enfermarme al beberlo?

No, no se vuelve dañino. Simplemente se oxida y pierde sabor, como una manzana que se pone café.


Un vino que mejora al día siguiente, ¿es de mejor calidad?

No necesariamente. Tiene más que ver con su estilo y estructura que con su calidad.


El vino espumoso, ¿puede guardarse de un día para otro?

Sí, pero con un tapón especial para espumosos. De lo contrario, perderá casi todo el gas.


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