El mito de que el vino viejo siempre es mejor
- Gaston Padilla
- 29 ago
- 2 Min. de lectura

Cuando pensamos en vino, es común que la primera imagen que venga a la mente sea una botella polvorienta guardada en una bodega subterránea, esperando décadas para ser descorchada en un momento solemne. Y claro, el cine y las series nos han vendido la idea de que mientras más viejo sea el vino, mejor sabor tendrá.
Pero… ¿qué tan cierto es este mito?
La realidad es que no todos los vinos están hechos para envejecer. De hecho, la mayoría no lo están. Y aquí es donde comienza lo interesante.
El 90% de los vinos son para beberse jóvenes
La mayor parte de los vinos del mundo están diseñados para disfrutarse en los primeros 2 a 5 años después de su cosecha. Esto aplica sobre todo a blancos frescos, rosados y tintos ligeros. Estos vinos brillan por su fruta, su frescura y su vivacidad… cualidades que con el tiempo tienden a apagarse.
Un Sauvignon Blanc, un vino rosado o un tinto joven como un Beaujolais suelen perder su encanto si se espera demasiado.
¿Qué vinos sí pueden mejorar con los años?
Aquí entra la magia: algunos vinos tienen la estructura suficiente para evolucionar con el tiempo y volverse más complejos.
Tintos con taninos firmes como un Rioja Gran Reserva, un Barolo o un Cabernet Sauvignon de Napa.
Blancos con acidez marcada como ciertos Riesling alemanes o un Chardonnay de Borgoña.
Vinos fortificados (Oportos, Madeiras, Jereces) que parecen tener una vida eterna.
La clave está en la acidez, los taninos y el alcohol: esos tres elementos funcionan como conservantes naturales que permiten que el vino madure bien.
El riesgo de esperar demasiado
Abrir una botella que guardamos con cariño durante 15 o 20 años puede ser emocionante… pero también arriesgado. Si el vino no estaba hecho para envejecer, lo que encontraremos será una bebida sin fruta, plana, oxidada o incluso avinagrada.
Aquí vale la anécdota: seguro conoces a alguien (todos tenemos un tío así) que guardó un vino “para la boda de la sobrina” o “para el día que me jubile”… y cuando lo descorchó, la ocasión fue especial, sí, pero el vino estaba muerto.
El aprendizaje detrás del mito
El vino, como la vida, tiene su momento perfecto para ser disfrutado. No siempre es el más lejano, sino el más oportuno.
A veces, esperar demasiado significa perder lo mejor. Por eso, más que obsesionarnos con “guardar para después”, la invitación es a celebrar el presente con el vino en su mejor instante.
Preguntas y respuestas comunes
¿Cómo sé si un vino se puede guardar?
Fíjate en la etiqueta: términos como Reserva o Gran Reserva suelen indicar potencial de guarda.
¿Cómo guardo un vino si quiero envejecerlo?
En posición horizontal, lejos de la luz y con temperatura estable (idealmente entre 12° y 16°C).
¿Cuánto tiempo puedo guardar un vino común?
Si es un vino joven o de consumo rápido, disfrútalo en los primeros 2 a 3 años.
Y la gran pregunta para cerrar este #ViernesDeVino: ¿Eres de los que guardan botellas para el futuro, o de los que prefieren abrirlas y brindar por el presente?








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