El Vino que Derrite los Corazones Femeninos
- Gaston Padilla
- 18 jul
- 3 Min. de lectura

Ayer salimos a tomar unos vinos por invitación de unas amigas, y la verdad… Fue increible. Me pidieron que les recomendara un vino rico, así que me fui por la fija: un Moscato d’Asti. Y no falló. Ligero, chispeante, con ese dulzor natural que hace sonreír sin esfuerzo… quedaron fascinadas. La copa, la conversación y la tarde fluyeron con esa armonía que solo un buen vino puede provocar
Entre risas y tapitas, salió una pregunta común pero poderosa:“¿Por qué a las mujeres les gustan tanto los vinos blancos?”
Y ahí arrancó una charla deliciosa que me inspiró este blog de #ViernesDeVinos.
¿Por qué el vino blanco es una puerta ideal para empezar?
El vino blanco tiene algo que lo hace más amigable al primer sorbo. Suelen ser más frescos, frutales y fáciles de tomar, sobre todo si no estás acostumbrada (o) al mundo del vino.
Y aunque el gusto no tiene género (¡también hay muchos hombres fans del blanco!), en mi experiencia personal y profesional he notado que muchas mujeres conectan primero con los vinos blancos por razones como:
Menos astringencia (esa sensación seca que dan algunos tintos).
Temperatura de servicio más refrescante.
Notas florales, cítricas o tropicales, que encantan a la nariz y al paladar.
Maridajes ligeros: pescados, ensaladas, sushi, frutas, postres.
Pero no todos los blancos son iguales. Por eso, aquí va una guía práctica de blancos para quienes están empezando:
1. Moscato d’Asti
Dulce, ligero y con burbujas suaves. Ideal para quienes dicen “no me gusta el vino”... hasta que prueban uno como este. Perfecto para postres o charlas largas entre amigos.
Origen: Italia
2. Sauvignon Blanc
Fresco, cítrico, con notas a lima, maracuyá o hierba recién cortada. Si te gustan los sabores vibrantes, este es tu blanco.
Top países: Chile, Nueva Zelanda, Francia
3. Chardonnay
Es como el comodín de los blancos. Puede ser seco, untuoso, con toques de vainilla o manzana, según si pasó por barrica o no. Ideal para explorar diferentes estilos en un mismo nombre.
4. Riesling
Va de lo dulce a lo seco. Si te gustan los aromas intensos, este te va a enamorar. Tiene una acidez viva que lo hace perfecto con comida asiática o picante.
Alemania y Alsacia como reinas
5. Gewürztraminer
Difícil de pronunciar, pero fácil de amar. Muy aromático, floral, con toques a lichi y especias. Para quienes buscan algo diferente, casi exótico.
Ideal para aperitivos o queso brie

¿Y si no me gustan los blancos?
Probá uno bien frío, en buena compañía, con comida liviana y sin prejuicios. A veces no es el vino, es el momento. Y cuando el blanco llega en el instante justo, no hay vuelta atrás.
Comenta:
¿Cuál fue tu primer vino blanco y qué te hizo sentir?
¿Sos más de dulces como el Moscato o secos como el Sauvignon?
¿Te animás a probar un Gewürztraminer en tu próxima salida?
En el mundo del vino no hay reglas estrictas, solo descubrimientos personales. Y si el tuyo empieza con un blanco bien frío y una buena charla, entonces vas por buen camino.
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