Ecos de un amor
- Gaston Padilla
- 28 ene
- 1 Min. de lectura
Fuiste el fuego que encendió mi alma,
y ahora, en tus cenizas, sigo buscando calor.
Eres la ausencia que más pesa en mis noches,
el eco que no se apaga en mi corazón.
Podré olvidarte en mil vidas,
pero en esta, tu sombra sigue danzando con mi soledad.





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