Morir vacío
- Gaston Padilla
- 28 ene
- 1 Min. de lectura
Que no quede un sueño encadenado,
ni un beso cautivo en la garganta,
que las manos ardan en abrazos,
y los ojos estallen en lágrimas francas.
Morir vacío es un grito,
un rugido que sacude el pecho,
es dejar que el amor te desgarre,
que la pasión te consuma los huesos.
Que no sobre nada al final,
ni un "te amo" ahogado en orgullo,
ni un paso temido por el abismo.
Vive como si el tiempo te persiguiera,
como si el mundo te exigiera más.
Quema tus días, arrasa tu miedo,
que el fuego que llevas no se apague jamás.
Morir vacío es ganar la batalla,
es volverte eterno, dejando el mundo lleno.





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