El error más caro en marketing: venderle a todos
- Gaston Padilla
- 25 oct
- 2 Min. de lectura

Hay una frase que escucho todo el tiempo en emprendedores: “Mi producto es para todos”. Y cada vez que la escucho, sé que esa marca está a punto de perder dinero.
Porque cuando querés venderle a todos, terminás sin conectar con nadie. Y el costo de esa confusión no se mide en clics… se mide en tiempo, presupuesto y reputación.
Hace unos años, una marca de suplementos me pidió ayuda. Vendían proteínas, vitaminas y quemadores. Su campaña decía: “Para hombres y mujeres que quieren verse bien”. Suena bien, ¿no? El problema es que eso no decía nada. No hablaba con nadie.
Después de analizar sus datos, descubrimos tres públicos muy distintos:
Mujeres que querían tonificar sin ganar masa.
Hombres que entrenaban para rendimiento.
Personas que buscaban salud general.
Cada grupo necesitaba un mensaje diferente. Así que dejamos de hablarles a “todos” y creamos tres líneas de comunicación, tres mensajes, tres tonos. El resultado: ventas +68% en 90 días. El producto era el mismo. El cambio fue en a quién se lo contábamos.
Venderle a todos es el error más caro porque te hace invisible. El cerebro humano ignora lo genérico. Solo reacciona ante lo que siente que le habla directo.
No compres alcance, compra relevancia.
No busques volumen, buscá pertenencia.
Una buena estrategia de marketing no busca multitudes. Busca tribus. Pequeñas comunidades que creen, comparten y repiten. Ahí está el verdadero ROI.
El Lado B de todo esto es que la especialización no limita, potencia. El miedo de muchos emprendedores es: “Si me enfoco en un nicho, perderé ventas”. La verdad es la contraria: cuando te enfocás, te volvés la opción número uno para alguien. Y ser la mejor opción para 1,000 personas vale más que ser una opción más para 100,000.
Una óptica que deja de decir “lentes para todos”y empieza a decir “lentes para conductores nocturnos” gana foco.
Un restaurante que pasa de “comida para compartir”a “comida casera para oficinistas con poco tiempo” multiplica conversiones.
Una marca de vino que deja de hablar de “vino para cualquier ocasión”y se enfoca en “vinos para regalar” triplica su ticket promedio.
No es magia. Es precisión.
El mercado no premia al que grita más fuerte, sino al que habla con más claridad.
Así que antes de invertir en la próxima campaña, preguntate: ¿a quién quiero transformar con mi marca? Si no podés responder eso, no tenés un público… tenés un gasto.
En marketing, enfocarte no te reduce, te multiplica. Y si querés descubrir cómo segmentar, construir tribus rentables y definir tu mensaje con precisión, puedo ayudarte a hacerlo. Escribime y trabajemos juntos para que tu marca deje de hablar con todos y empiece a conectar con los que realmente importan.








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