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El día en que la medicina empezó a buscar likes


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Últimamente he notado una tendencia curiosa: las redes sociales se han llenado de médicos, odontólogos y especialistas haciendo trends cómicos, bailes o audios virales.


Y no está mal. Eso me hizo pensar en cómo la comunicación ha cambiado, en cómo lo que antes era institucional hoy convive con lo espontáneo, y en cómo no todo lo que funciona para un influencer, funciona para un profesional de salud.


Porque sí: el algoritmo premia el movimiento, pero los pacientes premian la confianza.


El dilema del “médico influencer”

TikTok, Reels e Instagram pueden ser herramientas poderosas… o trampas elegantes. Prometen visibilidad, pero no garantizan credibilidad.


Y en el campo médico, la reputación no se construye con exposición, sino con educación, coherencia y empatía.


Cuando un profesional se enfoca más en entretener que en educar, corre el riesgo de que su contenido se vuelva viral…pero su mensaje se vuelva vacío.


Hay ejemplos brillantes de cómo se puede usar el contenido digital con propósito:


  • Dr. Carlos Jaramillo (Colombia) Ha convertido la medicina funcional en conocimiento accesible, usando storytelling, datos y empatía. Su contenido educa, inspira y vende autoridad sin perder humanidad.

  • Dr. César Lozano (México) Combina humor con mensajes claros de bienestar emocional. No baila, pero conecta. Enseña con carisma, no con coreografías.

  • Dra. Maryfer Centeno (México) Aunque viene de la grafología, su estrategia es clara: mostrar conocimiento de forma entretenida, pero siempre basada en análisis. Autoridad sin arrogancia.

  • Dr. Mike (EE. UU.) Uno de los primeros “médicos influencers”, logró mantener equilibrio entre cercanía y rigor científico. Su fórmula: educar primero, entretener después.


Todos ellos tienen algo en común: no compiten por atención, la ganan con valor.


Cómo crear una estrategia de credibilidad médica (en 3 pasos)

  1. Define tu “rol digital” ¿Eres un educador, un inspirador o un especialista técnico? Tu contenido debe reflejar esa identidad. Ejemplo: un pediatra puede usar historias cortas para educar a padres; un odontólogo puede mostrar procedimientos con explicación real, no con música de fondo.

  2. Crea contenido que responda preguntas reales. Cada video, cada post, debe responder a algo que tu paciente se pregunta:→ “¿Por qué me duele la encía?”→ “¿Qué pasa si dejo el tratamiento?”→ “Cómo elegir el cepillo correcto.”Eso genera conexión, confianza y tráfico orgánico.

  3. Mide impacto más allá de los likes. Analiza cuántas consultas, mensajes o referencias llegan gracias al contenido. La métrica más importante no es el alcance, sino el nivel de confianza que construyes en la mente del paciente.


Antes de grabar tu próximo video, pregúntate: “¿Esto aporta o solo entretiene?”

Si logra ambas cosas, estás construyendo una marca humana y confiable. Pero si solo entretiene, el algoritmo puede ganar hoy…y tu reputación perder mañana.


El Lado B

No todo profesional necesita ser viral. Algunos solo necesitan ser referencia. Y eso se logra cuando la estrategia no busca ser popular, sino útil, respetada y coherente con el propósito de sanar.


¿Qué opinas de esta tendencia de médicos y dentistas creando contenido en TikTok?¿Ayuda a educar o trivializa la profesión? Te leo en los comentarios.

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Descubre el lado B de las ideas

Marketing, vinos y poesía que inspiran, enseñan y transforman

En este espacio comparto lo que me mueve:

  • Estrategias de marketing reales para emprendedores y empresas.

  • Historias del vino que conectan con la vida y las relaciones.

  • Palabras, libros y poemas que dejan huella.

Un blog donde negocio y cultura se encuentran, y cada publicación es una invitación a ver el mundo desde otra perspectiva.

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