El algoritmo no es tu enemigo, es tu espejo

En marketing digital, hay un villano favorito: el algoritmo.

“Ya no muestra mi contenido”.

“Me bajó el alcance”.

“Instagram está muerto”.

Pero aquí está el Lado B: El algoritmo no es tu enemigo, es tu espejo. Refleja con precisión quirúrgica cómo reacciona la audiencia a lo que publicas. Si no comentan, no guardan y no comparten… ¿por qué habría de impulsarlo más?

1. El restaurante que se quedó en la foto

Un local de comida publicaba todos los días fotos de sus platillos. Perfectas, iluminadas, con descripciones largas. Resultado: likes de compromiso y cero reservas nuevas. ¿El problema? Nunca mostraron personas disfrutando la experiencia. El algoritmo no encontró interacción real, y la audiencia tampoco.

Consejo: Muestra momentos, experiencias, gente real. El plato vende, pero la vivencia conecta.

2. La marca personal “copy-paste”

Un coach publicaba frases motivacionales genéricas: “Cree en ti”, “El éxito llega con esfuerzo”. Su excusa: “el algoritmo ya no me quiere”. La verdad: su audiencia no veía diferencia entre él y miles de cuentas más. El algoritmo reflejó la indiferencia.

Consejo: en lugar de frases, comparte historias propias. El algoritmo impulsa lo auténtico porque la gente lo comparte más.

3. El retail atrapado en el precio

Una tienda llenaba su feed de promociones: 2x1, 20%, 30% descuento. Al final, solo atraían cazadores de ofertas que se iban en cuanto otra cadena lanzaba un precio más bajo. El alcance cayó porque no había contenido guardable ni compartible.

Consejo: mezcla promociones con storytelling y educación. Por ejemplo: tips de salud, testimonios de pacientes o historias de impacto.

El verdadero KPI del algoritmo

Deja de medir likes como éxito. El algoritmo escucha otras métricas más profundas:

• Guardados = tu contenido es útil.

• Compartidos = tu contenido es valioso.

• Comentarios = tu contenido genera conversación.

• Mensajes directos = tu contenido provoca acción.

Entonces, la próxima vez que digas: “El algoritmo no me ayuda”… recuerda: El algoritmo no castiga, solo amplifica lo que conecta. La pregunta no es “¿cómo cambio el algoritmo?”, sino “¿qué necesito cambiar en mi contenido para que la gente lo quiera difundir?”.