Del macro al micro: cómo usar influencers según el tamaño de tu marca
- Gaston Padilla
- 31 jul
- 4 Min. de lectura

En un mundo saturado de publicidad, los influencers no son solo creadores de contenido: son puentes entre las marcas y las personas. Pero no todos los influencers funcionan para todas las marcas, y lo que da resultados en una gran empresa puede ser un error en un emprendimiento… o viceversa.
Lo digo desde la experiencia: he trabajado con macroinfluencers como Jennifer Aplicano o Los Hijos de Morazán desde mi rol de gerente de mercadeo de Farmacias Kielsa y Farmacias del Ahorro, y también con super talentos como Rosa Alvarado, Flor Serrano, o Brenda Moncada en mi emprendimiento, Óptica EYE. Y en ambos contextos entendí algo clave:
El mayor valor de un influencer es su autenticidad. Su estilo, su tono, su creatividad.
Si querés controlarlo todo, mejor contratá un actor. Pero si querés resultados reales, necesitás dejar que hagan lo que mejor saben hacer: conectar desde su voz, con libertad creativa. En el caso de Nono (Marco Orellana) y Jennifer, hablamos de verdaderos artistas y y genios de la creatividad. Personas con un talento nato para narrar, emocionar y mover a la acción desde su esencia.
¿Para qué sirven los influencers (y para qué no)?
Sirven para:
Generar confianza desde una voz cercana y creíble
Ampliar el alcance de tus campañas de forma acelerada
Crear contenido auténtico que la gente realmente ve
Humanizar marcas institucionales
Impulsar lanzamientos o promociones
No sirven para:
Corregir una mala experiencia de cliente
Reemplazar un producto o servicio deficiente
Vender si no hay estrategia ni diferenciación detrás
Seguir un guion rígido que anule su autenticidad
¿Qué tipo de influencer necesita tu marca?
Macro (50K a 500K seguidores): ideales para campañas de branding a nivel nacional, lanzamientos grandes o posicionamiento institucional. Funcionan bien en empresas como Kielsa, donde se necesita impacto masivo.
Micro (10K a 50K): generan un equilibrio entre alcance y cercanía. Muy útiles para campañas temáticas, productos de nicho o comunidades específicas.
Nano (menos de 10K): perfectos para negocios locales. Tienen seguidores fieles, interacción real y una conexión directa con sus audiencias. Son excelentes aliados para ópticas, salones, clínicas o emprendimientos.
No se trata solo del número de seguidores, sino del nivel de conexión y credibilidad que tienen con su comunidad.
Casos reales: desde Kielsa hasta Óptica EYE
Jennifer Aplicano – Farmacias Kielsa Su campaña sobre salud femenina no fue una simple colaboración, fue una pieza de contenido con alma. Visualmente cuidada, emocionalmente potente y completamente alineada a su estilo. No le dimos un guion. Le dimos confianza. Y eso se notó en los resultados: viralidad, conversaciones y conexión real.
Los Hijos de Morazán – Farmacias Kielsa Su humor disruptivo sirvió como canal educativo para temas complejos. Sabíamos que no era un perfil para todos, pero sí para un público joven que no conecta con anuncios tradicionales. Resultado: viralidad orgánica, tráfico a puntos de venta y alto recuerdo de marca.
Rosa Alvarado – Óptica EYE
Rosa no solo comunica, conecta con el alma de su audiencia. Su carisma natural y cercanía convierten cualquier mensaje en una conversación entre amigas. No le dimos instrucciones rígidas, le dimos un propósito claro y libertad creativa.
¿El resultado?
Un impacto inmediato: stories que generaron confianza, mensajes directos pidiendo citas, comentarios agradeciendo la recomendación y una comunidad que percibe a Óptica EYE como una marca cálida, humana y cercana.
¿Cuándo deberías usar influencers?
Para lanzamientos de nuevos productos o servicios
Cuando abrís una nueva sucursal o entrás a un mercado nuevo
En campañas educativas o de responsabilidad social
Para promociones o activaciones de tiempo limitado
Para generar contenido que puedas reutilizar en tus propias redes o anuncios pagados
¿Qué resultados esperar y cómo medirlos?
Los likes no pagan cuentas. Lo que debés medir es:
Alcance real y visualizaciones completas
Interacción: comentarios, guardados, compartidos
Tráfico al sitio web o a canales como WhatsApp
Citas o conversiones concretas
Percepción de marca (lo que la gente comenta o pregunta)
Contenido generado que puedas usar después
Y si querés potenciar todo esto, sumá pauta pagada a ese contenido. Multiplica el impacto sin perder autenticidad.
El influencer no es un empleado, es un aliado
Lo más importante que aprendí es que el influencer no es una ficha dentro del tablero de marketing. Es un socio creativo. Si lo respetás, te entrega lo mejor de sí. Si lo limitás, te da contenido sin alma.
Trabajar con influencers es un arte que requiere humildad, visión y estrategia. Desde una multinacional hasta una óptica pequeña, todos podemos beneficiarnos si entendemos esto:
No se trata de comprar voces, sino de construir relaciones que conectan.
¿Querés trabajar con influencers sin tirar el presupuesto ni perder autenticidad en el camino?Yo ya viví ambas realidades. En una gran empresa como Kielsa, entendí el poder del alcance. En mi emprendimiento, Óptica EYE, confirmé que la conexión es lo que realmente convierte. He aprendido que un influencer no es un canal más: es una extensión emocional de tu marca.
No se trata de seguidores, se trata de propósito.No se trata de controlar, se trata de confiar.
Si estás pensando en sumar influencers a tu estrategia, y querés hacerlo con intención y resultados, escribime. Puedo ayudarte a verlo desde adentro.
















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